Una estrategia digital eficaz: tu salvavidas en internet

Antes de la pandemia, nadaban en ese mar online empresas y comercios de una forma más o menos tranquila. Con la llegada del coronavirus, comenzaron a zambullirse de golpe en el agua cientos de negocios. Nada de mojar primero la punta del dedo gordo del pie, no. Muchos se tiraron de cabeza o a lo bomba… y se olvidaron de que no sabían nadar.

Ahora, el panorama es el siguiente: los que ya estaban antes, se han dado cuenta de que algo ha cambiado, que lo que hacían ya no les resulta. Y es que el público ya no es el mismo, el uso de los dispositivos también ha variado, la competencia es mucho mayor…. Y los recién llegados, se encuentran perdidos.

En ambos casos, contar con una estrategia digital actualizada puede ser el elemento diferenciador que consiga que tu negocio no haga agua en internet. ¿Por qué? Porque te permitirá:

• Tener una visión global de los objetivos que se quieren alcanzar (ventas, imagen de marca…) y las acciones online que se van a llevar a cabo para conseguirlos.
• Invertir de manera más precisa en las campañas de marketing digital
• Unificar los mensajes, el tono, el lenguaje de tus comunicaciones
• Estar presente en tus redes con coherencia, siguiendo un hilo conductor y no publicar a salto de mata
• Saber el rol que desempeña cada miembro del equipo y qué tareas le corresponden dentro de la estrategia

Ahora viene lo bueno. Tenemos claro que contar con una estrategia es fundamental, pero quizás te preguntes “¿Y cómo lo hago?” No entres en pánico. Aquí tienes 6 pasos que te servirán de guía para ayudarte en esa tarea.

1- Empieza analizando tu propia marca, repasa los objetivos comerciales de tu empresa. Sí, ya lo sabemos, seguramente es una reflexión que ya has hecho en muchas otras ocasiones, pero no importa. Para que tu estrategia digital tenga los resultados que esperas tiene que ir alineada con los objetivos comerciales, con los valores y con el modelo de negocio. Dedica a esta tarea todo el tiempo que necesites, no tengas miedo. Estarás creando una base sólida para tu estrategia.

2- ¿Conoces a tu público objetivo? ¿Tienes identificado a tu buyer persona? ¿Sabes cuáles son sus intereses y necesidades? Aquí tienes el segundo paso que deberías dar. Destinar tiempo a conocer a tus clientes o usuarios es clave. Esta información te ayudará no solo a desarrollar los productos o servicios que demandan, sino también te servirá para la creación del contenido que utilizarás para atraer a tus potenciales clientes. En este punto, queremos recordarte la importancia de la creación del Buyer Persona de tu negocio. Ello te ayudará a :
- Elegir los temas sobre los que debes tratar ya que serán temas que respondan a las necesidades de tu Buyer.
- Determinar el tono y el estilo que debes usar para llegar a esos clientes
- Saber en qué canales debes estar presente, aquellos donde tus clientes buscan información.

3- Mira de reojillo a tus competidores. Investiga qué se está cociendo alrededor, dónde están presentes tus empresas competidoras, qué están haciendo, cómo lo están haciendo, sus fortalezas, sus debilidades… Pero eso sí, intenta tener claro quiénes son tus competidores, no te despistes. Ten en cuenta que estamos hablando de estrategia online. Un competidor offline no tiene por qué serlo online y viceversa.

4- ¡Sácate partido! Destaca tu ventaja competitiva. Seguramente internet esté lleno de productos y servicios similares a los que ofrece tu empresa, pero no te achantes y destaca eso que tienes que te hace diferente. Quizás es algo extra que, aunque no sea necesario, será lo que le haga al consumidor elegir tu marca ¡Descúbrelo y sácale brillo!

5- Llega el momento de ir tomando decisiones. En función del análisis realizado deberás decidir qué tipo de estrategia quieres poner en marcha: una estrategia SEO, una estrategia en redes sociales, una estrategia de contenidos, una estrategia SEM… o perfectamente una combinación de varias siempre que se complementen, no son excluyentes. Lo importante es pensar en la estrategia digital de forma global, integral.

6- Según la estrategia pensada, tendrás que definir los canales de comunicación a través de los cuales la llevarás a cabo: web, redes sociales, blog, email marketing, plataformas de vídeos, anuncios pagados...

¿Y qué pasa si en tu empresa hay dos departamentos, offline y online? Está claro que la estrategia de marketing digital será fruto de los pasos que te hemos indicado, pero debería ir en la misma línea que la estrategia offline para conseguir lo que llaman la última tendencia del marketing: experiencias phygitales, experiencias multicanal en las que se combina el entorno online con el offline. 

Una vez definida la estrategia, es el momento de crear el plan de marketing digital. Aquí tendrás que especificar de manera descriptiva y detallada las acciones pensadas. En ese documento suelen figurar elementos como:

• Los activos con los que cuentas para poner en marcha tu estrategia (sitio web, canales de redes sociales, si se cuenta con influencers o embajadores de marca…)
• El calendario de las acciones marketing
• El tono que van a tener tus comunicaciones
• Las palabras clave que interesan usar en la estrategia SEO
• Las plantillas que vas a usar para la monitorización de resultados
• Las herramientas que se van a utilizar para llevar a cabo cada acción

¿Se nos olvida algo? Sí, algo fundamental. Saber si cuando nos pongamos manos a la obra lo estamos haciendo bien, mal o regular. Y para ello, incluiremos en nuestro plan de marketing un apartado específico destinado al análisis de resultados.

Piensa realmente qué datos te pueden ser útiles y cuáles no tanto. No se trata de medir un montón de KPIs, sino de ver cuáles te ayudan a comprender el éxito de tus acciones de marketing. Para ello te recomendamos crear una tabla lo más clara posible donde puedas ir plasmando esos datos evitando otros que son innecesarios.

Aunque pienses que con esto ya has terminado, tenemos que decirte que no. No guardes bajo llave el documento de tu estrategia digital porque tendrás que volver a consultarlo. Es saludable revisarlo periódicamente para analizar los éxitos y los errores de las estrategias anteriores y ver si se sigue adaptando a la situación de tu empresa y sus necesidades en cada momento.

Así que ¡déjalo a mano y échale un vistazo de vez en cuando!