A la hora de plantear la estructura de una web debemos tener muy claro cuál es su objetivo y cómo queremos que los usuarios interactúen cuando entren en ella. La estructura del contenido de nuestra web marcará el camino que un usuario realizará cuando la visite.
Existen 4 grandes tipos de estructuras que nos harán navegar de maneras diferentes a través de una web.
Índice
Estructura jerárquica o de árbol
La estructura jerárquica es la más habitual. La página de inicio suele ser la raíz desde la que parten las páginas secundarias. Estas páginas pueden, a su vez, subdividirse para ampliar más la información. El contenido se va desgranando a medida que se navega por las diferentes capas de la web.
Gracias a este tipo de estructura, el usuario sabe en todo momento dónde se encuentra y tiene claro que cuánto más se adentra en la web, más contenido detallado o específico encontrará.
Lineal
Cuando el fin de nuestra web es que el usuario siga un camino único, la estructura lineal es la más adecuada. Podemos presentar información como si estuviésemos leyendo un libro. No hay distracción posible. Pero, hay que emplearla con cuidado, podemos causar una sensación de falta de libertad o de aburrimiento si el contenido no es lo suficientemente interesante para el usuario.
Se trata de una estructura ideal para manuales, tutoriales, tours o formularios extensos para recogida de datos.
Red
En una estructura de red, aparentemente no hay ninguna jerarquía ni organización, las página se enlazan unas con otras sin guardar ninguna norma. Es una estructura libre que puede resultar caótica si no se le indica al usuario dónde se encuentra en cada momento. Es posible que el visitante no encuentre lo que busca o no llegue a interactuar con el contenido que nos interesa.
Lineal + jerárquica
Este tipo de estructura que une la lineal y la jerárquica crea una organización del contenido que nos permite esquematizar el contenido y guiar al usuario al mismo tiempo.
Es habitual también encontrarnos con sitios web que mezclan varios tipos de estructuras, no solo éstas dos. Si la combinación de estructuras tiene una razón de ser, un objetivo claro, es perfectamente viable combinarlas. Por ejemplo, podemos encontrarnos con una web corporativa en la que hay un apartado con un manual de instrucciones en el que la navegación sea lineal y tener otra estructura en el resto.
Por otro lado, y al margen de los tipos de estructura, no tenemos que olvidar que el usuario debe encontrar el contenido que necesita en menos de 3 clics desde su llegada a nuestra web. Parece complicado, pero no lo es tanto, ya que no siempre se llega a una web a través de su página de inicio.
Seguro que se te han ocurrido ideas para mejorar la estructura de tu web o para empezar a construir una nueva. Consúltanos, podemos crear juntos la estructura idónea para tu web.
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